El tercer y último libro de poemas de Tomás Seral apareció en Zaragoza en el año 1935. Su título: Cadera del insomnio.
Tan lejana te creía. ![]() |
Tomás Seral visto por su amigo Federico Comps |
Angustia, ya te tengo
como un dardo en el pecho.
Venida en primavera
no sospeché de ti
hasta que no te tuve
clavada en el almendro
de coágulo aun sin flor.
Tan lejana te creía
que hasta me llegué a olvidar
de que la había enterrado
en las afueras de mi
desvarío. ¡Qué dolor!
¡Perder lo que no se tiene
pero se recuerda! Y qué
amargo es el ciclón
ese que se arremolina
y asciende sin viva voz
hacia la fuente infeliz
que circunvalaba el beso
antes, un día, anteayer,
aquella tarde, minuto
en que naciste a la luz
de una vida sin nadir
al parecer.
Ahora no
te veo ni te veré;
pero me restas tú, angustia
a quien sin ver aborrezco
y deseo para que
no te quedes ni te vayas
me acompañes y me dejes,
que ya no sé discernir
si ahuyentas mi soledad
mientras me agostas,
o si la impenetrabilidad
de los cuerpos hace que
te tenga que bendecir
por no dejar tu incursión
suelo en que pueda nacer
la hidra negra de no sé
qué crimen u obcecación
de los que al salir el sol
tendría que avergonzarme.