sábado, 15 de febrero de 2020

Dos monumentos desaparecidos en nuestra comarca

El artista oscense Valentín Carderera Solano es reconocido, junto con Francisco Javier Parcerisa y Jenaro Pérez Villaamil, como uno de los mayores divulgadores del Patrimonio histórico español en la primera mitad del siglo XIX. Los dibujos y acuarelas que reunió para los duques de Villahermosa han sido catalogados por D. Manuel García Guatas y editados por vez primera en el libro Los álbumes de Pedrola, del año 2017. Agradecemos a la Institución Fernando el Católico de la Diputación de Zaragoza que haya tenido la amabilidad de enviarnos un ejemplar. Nos han llamado la atención por razones obvias dos láminas que nos permiten saber cómo eran, antes de su destrucción, los palacios de Figueruelas y Alcalá de Ebro, localidades muy vinculadas históricamente a la Casa de Villahermosa.


El castillo-palacio de Figueruelas se alzaba sobre una pequeña elevación, muy cerca del Canal Imperial, en el entorno de la actual avenida de Isidoro Gracia. Tenía comunicación con la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, a la que estaba adosado por el costado suroeste. Destacaba su galería de arquillos mixtilíneos y su puerta de piedra labrada. Carderera lo visitó en diciembre de 1831, antes de que fuera demolido por completo y dividida la planta baja en dos viviendas que no han conservado huella alguna del primitivo edificio.

Distinta suerte ha tenido la Casa del Duque de Villahermosa en Alcalá de Ebro, pues aunque ha sufrido importantes transformaciones y se encuentra fuera de uso, todavía hoy se mantienen en pie algunos restos de interés. Carderera anotó en sus diarios las impresiones de una visita a Alcalá en el año 1831: "observé y dibujé la casa antigua del duque o castillo y la gran ventana gótica. Nos embarcamos por el Ebro. Efecto picante de luz al ponerse el sol. Magnífica perspectiva, que dibujé después, casi como la vista que opina Pellicer ser de la Ínsula Barataria de Sancho". Este último dibujo, que muestra una isla en el Ebro a su paso por la localidad, fue la base de un grabado que se publicó en 1835 en la revista madrileña El Artista.

La Casa se construyó sobre una alcazaba islámica del siglo IX, de la que se conserva muy erosionado un lienzo de sillares dispuestos a tizón. Su elemento artístico más sobresaliente era la ventana gótica que menciona Carderera, pero, lamentablemente, ya no existe y tampoco disponemos de más representaciones gráficas que la realizada por el artista oscense, quien llegó a ser pintor de Cámara de la reina Isabel II. 

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