sábado, 27 de abril de 2019

Obras de la Ribera Alta en la exposición "Joyas de un Patrimonio"

La Diputación Provincial de Zaragoza presentó el pasado 11 de abril la quinta edición de Joyas de un Patrimonio, un modelo de exposición iniciado en 1990 cuyo propósito principal es mostrar a la ciudadanía una amplia representación de las intervenciones promovidas por la Diputación en defensa del Patrimonio Cultural de la provincia. La muestra comprende un periodo de actuación que abarca desde el año 2011 hasta el año 2019. Recomendamos a nuestros lectores que no dejen de visitarla, pues tiene el interés añadido de que se exhiben varias obras de arte procedentes de nuestra comarca. 

En el patio central del Palacio de Sástago se expone el retablo mayor de la ermita de San Miguel de Grisén, en el que están representados los tres Arcángeles. Se trata de un lienzo al óleo, datado hacia 1760-1775, con un marco rococó de madera dorada y policromada, decorado con motivos de rocalla. Debajo de San Miguel, titular de la ermita, aparecen arrodillados San Gabriel (en un medallón: Fortitudo Dei) con azucenas, y San Rafael (Medicina Dei) con un pez. Una columna separa a los dos Arcángeles y unas flores los envuelven. 


De la iglesia parroquial de San Pedro Mártir de Verona de Pinseque procede un óleo sobre lienzo que representa la advocación de Nuestra Señora del Rosario. Pintura de vivo colorido y con rasgos academicistas en el dibujo, sigue modelos clásicos. Datada hacia 1700, podría ser obra de un seguidor del pintor Bernardo Polo, activo en Aragón durante el siglo XVII. 


La iglesia parroquial de Nuestra Señora de los Ángeles de Pedrola conserva, en una de sus capillas, un lienzo de grandes dimensiones titulado Santo Domingo de Guzmán con la imagen orante de Luisa de Gurrea y Aragón, duquesa de Villahermosa y condesa de Luna. La obra, que está fechada en 1636, se atribuye al artista Pedro Urzanqui (Cascante, 1594-Zaragoza, 1646) y constituye un buen ejemplo del mecenazgo artístico ejercido durante siglos por la Casa de Villahermosa. A Santo Domingo se le representa con sus atributos personales: como fundador tiene en la mano derecha el bordón en cruz de doble travesaño, y en la izquierda el libro de la regla y una vara de azucenas, símbolo de su pureza. A sus pies descansa un perro con una antorcha encendida en la boca, personificación de la herejía perseguida por el santo y alusión a la visión que recibió su madre antes de su nacimiento. La duquesa aparece vestida a la usanza de la Corte española, con una saya color marfil con bordados de azabache, lechuguilla de encaje y puños de lo mismo. Se cubre por encima con una capa corta de terciopelo negro.


Por último, y comoquiera que los bienes inmuebles restaurados no pueden mostrarse físicamente en las salas, se nos presentan mediante fotografías y planos. Hay un panel dedicado a la iglesia parroquial de San Juan Bautista de Remolinos, un edificio del siglo XVIII cuyo principal tesoro son las pinturas de Goya. Ha sido restaurada en varias fases, bajo la dirección del arquitecto Juan Manuel Castillo Malo, habiéndose realizado una inversión total de más de doscientos mil euros. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario