sábado, 11 de marzo de 2017

La presencia de la mujer en el callejero de Alagón.

Las calles de nuestros pueblos y ciudades, como toda creación humana, son permeables a los cambios históricos y, por tanto, podemos apreciar en ellas un fiel reflejo del sentir de cada época. Las sociedades o, mejor dicho, aquellos que las gobiernan, han proyectado habitualmente sobre las calles su ideología, sus creencias religiosas y sus mitos. También las vías públicas son testimonio de situaciones históricas, no exentas de polémica, que suscitan en la actualidad un notorio rechazo social, como la desigualdad entre sexos. 

Con motivo del Día Internacional de la Mujer, celebrado el pasado 8 de marzo, VIDA ALAGONESA ha realizado una pequeña investigación para comprobar si la discriminación por motivos de género sigue presente en el callejero de Alagón. Los resultados son reveladores y demuestran con claridad que la igualdad no ha alcanzado todavía a este elemento tan relevante del paisaje urbano: solo diez de las calles de Alagón lucen un nombre femenino. Una lista que podría ser aún más reducida si descontamos las denominaciones de tipo tradicional y que no hacen precisamente justicia con las relevantes aportaciones de la mujer en ámbitos como la cultura, la ciencia o la política. Asimismo, hemos comprobado que la denominación de la mayoría de estos espacios públicos es de carácter religioso, incluso en vías de reciente creación. Hasta un total de ocho calles o plazas con nombre femenino están relacionadas con la Iglesia Católica. 

Las mujeres homenajeadas en nuestro pueblo son las siguientes: 


Agustina de Aragón (Reus, 1790-Ceuta, 1857). Su verdadero nombre era Agustina Zaragoza Domenech. Alcanzó la condición de mito patriótico por su valerosa participación en la defensa de la ciudad de Zaragoza contra los franceses durante la Guerra de la Independencia. Su gesta fue cantada por los poetas, como Lord Byron, y reproducida por numerosos artistas. En la imagen, la heroína catalana vista por el pintor Juan Gálvez. 

Ana Abarca de Bolea (Zaragoza, 1602-Casbas, 1685). Escritora y monja cisterciense. Participó con éxito en varios certámenes literarios, mantuvo correspondencia con relevantes personalidades y estuvo muy vinculada a la pujante vida cultural altoaragonesa del siglo XVII. Baltasar Gracián la elogia en su Tratado de la agudeza y arte del ingenio. Entre sus obras ofrece especial interés la titulada Vigilia y Octavario de San Juan Baustista. Escribió numerosos poemas en aragonés, aunque con abundantes castellanismos.


Madre Rafols (Villafranca del Panadés, 1781-Zaragoza, 1853). Religiosa fundadora, y primera superiora general, de las Hermanas de la Caridad de Santa Ana. Durante los Sitios de Zaragoza se distinguió por su heroica entrega al cuidado de los enfermos del Hospital de Nuestra Señora de Gracia, asumiendo el peligro que para su propia vida suponía el feroz bombardeo francés, las epidemias y la privación de alimento. Juan Pablo II la beatificó en 1994. Alagón le dedicó una calle en agradecimiento a la labor caritativa y educativa desempeñada por las Hermanas de la Caridad de Santa Ana desde su llegada a nuestra villa en el año 1896. La Congregación dirige actualmente el colegio "Nuestra Señora del Castillo". Durante la II República, esta calle estuvo dedicada a otra ilustre mujer, Mariana Pineda (1804-1833), la joven granadina que fue ejecutada por sus ideas liberales durante el reinado de Fernando VII. 

Santa Teresa de Jesús (Ávila, 1515-Alba de Tormes, 1582). Religiosa y escritora española. Es una de las máximas figuras de la mística y sus obras son consideradas clásicos de la literatura castellana, entre las que cabe destacar Camino de perfección, Las moradas y el libro de La Vida. Reformó la Orden del Carmelo con la ayuda de san Juan de la Cruz. En 1562 fundó en Ávila el primer convento reformado y, en quince años, realizó 32 nuevas fundaciones. Canonizada en 1622 por Gregorio XV, se convirtió en 1970, junto a santa Catalina de Siena, en la primera mujer elevada a la condición de Doctora de la Iglesia Católica. 


Esta lista de nombres femeninos se completa con Sor Isabel de San José, Santa Ana y Virgen del Pilar. Y, dejando al margen los nombres propios, existen en Alagón otros tres espacios referidos a la mujer: plaza de las Monjas, calle Arco de las Monjas (ambos en recuerdo del desaparecido convento de religiosas franciscanas) y calle de las Damas. Estas denominaciones son las históricas, herencia de una época en la que la igualdad resultaba impensable, y que ponen de relieve el irrelevante papel que, siglos atrás, podían desempeñar las mujeres humildes en la sociedad: el cuidado del hogar, la clausura o la vida marginal y denigrante de la prostitución. 


El Ayuntamiento de Alagón debe apostar por la igualdad y elegir denominaciones femeninas para las nuevas calles y plazas que se construyan. Está claro que los nombres neutros (Valencia, Cataluña) no sirven para visibilizar a la mujer en el mundo actual. Desde esta Asociación proponemos para la nomenclatura urbana la elección de destacadas personalidades femeninas, y aragonesas, como la pianista Pilar Bayona o la lexicógrafa María Moliner, cuyo famoso diccionario cumple este año el 50 aniversario de su publicación. Pero sobre todo queremos insistir en la necesidad de reconocer con una calle a la gran cantadora D.ª Celia Sanz Langoyo. Se trata de una vieja reivindicación del mundo de la jota, pero puede ser también una buena oportunidad para avanzar hacia la igualdad efectiva entre hombres y mujeres. Por último, creemos que se debería volver a dedicar una calle -de las de nueva creación- a Mariana Pineda, pues no olvidemos que fue la primera mujer que estuvo representada en el callejero municipal de Alagón.

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